La ficción y el futuro de la justicia transformadora
Una conversación sobre abolicionismo, ciencia ficción y sistemas alternativos de justicia
Walidah Imarisha | adrienne maree brown | Mia Mingus | Alexis Gumbis | Leah Lakshmi Piepzna-Samarasinha
| E.E.U.U. |
marzo de 2023
traducido por Ana Rivas
publicado originalmente por The New Inquiry
Octavia’s Brood: Science Fiction Stories From Social Justice Movements1AK Press, 2015. (Historias de ciencia ficción de movimientos de justicia social) es una colección de 20 cuentos fantásticos y dos ensayos escritos por organizadoras, activistas y agentes de cambio. Partiendo de la premisa de que toda organización es ciencia ficción, Octavia's Brood también cree que nuestro movimiento por justicia necesita de manera vital espacios donde comencemos con la pregunta ¿cuál es el mundo en el que queremos vivir? en lugar de comenzar con la pregunta ¿qué es una victoria realista? No hay momento o lugar donde esto sea más relevante y necesario que cuando se habla de prisión y alternativas al encarcelamiento. Esta mesa redonda reúne a las dos coeditoras y tres de las escritoras de Octavia's Brood para hablar sobre sus experiencias con la abolición de las prisiones, la ciencia ficción y la justicia transformadora.
Walidah Imarisha: ¿Cuál es su definición de abolición? ¿Qué es la justicia transformadora? ¿Son la misma cosa?
adrienne maree brown: Tiendo a pensar en la abolición como un resultado de la justicia transformadora: la abolición es el fin de las prisiones; la justicia transformadora es el método que las personas usan para erradicar los patrones de injusticia en las comunidades. Suelo pensar en la abolición como una totalidad y creo que eso puede ser problemático. La gente se dispuso a abolir la esclavitud y terminamos con un complejo industrial penitenciario porque, si bien hubo cambios en la superficie y a nivel de políticas, la cultura no cambió. Ese racismo y clasismo profundamente subyacente permanece y ahora está emergiendo a la superficie mientras escribimos esto. Entonces, aunque me declaro abolicionista, encuentro que hablar ahora sobre el trabajo iterativo tangible de la JT (Justicia Transformadora) tiene más sentido para mí, no solo quiero que desaparezcan las prisiones, quiero una forma radicalmente diferente de interactuar entre nosotros para crecer.
Alexis Pauline Gumbs: Ambos términos los aprendí en el contexto de la organización Critical Resistence, y aprendí sobre abolición como un término crítico y generativo, y un movimiento con tres componentes principales: desmantelar, cambiar, construir. Esa definición de abolición incluye la tarea diaria de establecer relaciones, crear sistemas y procesos que produzcan resultados pacíficos y sostenibles que aborden por completo los miedos ignorados, el trauma intergeneracional y la violencia sistémica que las prisiones, el mantenimiento del orden y la vigilancia (las versiones externas sistémicas e internalizadas) pretenden mitigar.
Creo que lo que dice Adrienne sobre la abolición de la esclavitud es importante, y en realidad es lo que me atrae de la abolición como término poético. Automáticamente invoca la esclavitud y la filosofía y práctica de la abolición que apunta a las prácticas esclavizantes en general, y señala que la prisión y el mantenimiento del orden son prácticas esclavizantes que están directamente relacionadas con la historia de la esclavitud en los Estados Unidos.
Leah Lakshmi Piepzna-Samarasinha: Mi definición estándar de justicia transformadora es “cualquier forma de crear seguridad, justicia y sanación para los sobrevivientes de la violencia que no dependa del estado (me refiero al complejo industrial penitenciario, al sistema legal penal, hogares temporales, apoyo a la niñez, el complejo industrial penitenciario psiquiátrico y para discapacitados, por ejemplo, hospitales psiquiátricos, casas de reposo para ancianos y cuidados prolongados, Inmigración, la Administración de Seguridad del Transporte (o Transportation Security Administration, TSA, por su sigla em inglés) entre otras cosas. Un movimiento creado por personas negras, indígenas, gente de color, revolucionarias y feministas para liberar nuestra gente".
Es realmente importante para mí afirmar que la justicia transformadora es un movimiento feminista negro y moreno porque ha habido muchos esfuerzos recientemente por parte de radicales blancos para blanquear y disipar la labor, la erudición y la lucha feminista de negros y morenos que crean estos movimientos. No me refiero solo al movimiento de justicia transformadora de los últimos 20 años en América del Norte; me refiero a la Ley Madre de la Liga de las Seis Naciones Iroquesas, las mujeres trans de color trabajadoras sexuales como Miss Major, Sylvia P. Rivera, Mirha-Soleil Ross, que lucharon contra la policía en Stonewall y también lucharon físicamente contra la violencia transfóbica en la calle. Este trabajo que estamos haciendo no es nuevo, y no, los punks blancos no lo inventaron todo.
Creo que no se puede tener una justicia transformadora sin la abolición de las prisiones. Si creen que las prisiones, los policías y las instituciones carcelarias capacitistas se pueden arreglar dándoles un taller de sensibilidad, no tenemos la misma visión política de lo que queremos y cómo lograrlo. Creer en esto significa que no está viendo nuestras vivencias, con la policía y las prisiones en América del Norte, esto proviene directamente de la Ley de Esclavos Fugitivos, las Leyes de Indias, la Ley Mann y varias leyes antiasiáticas y antiinmigrantes/refugiados. –desde el programa de deportación estadounidense, Comunidades Seguras (o Secure Communities, S-COMM por su sigla en inglés) hasta Canadá Blanco y la Ley de Exclusión China– así como leyes capacitistas como las Leyes Feas y leyes que criminalizan el empleo de trabajadoras sexuales. Todas esas leyes fueron creadas directamente a partir del patriarcado racista, colonial y capacitista y todas aumentan directamente la violencia de género y el mantenimiento del orden.
Para mucha gente, la justicia transformadora significa no violencia. No estoy de acuerdo con eso, porque creo que las autodefensas y los movimientos armados de liberación pueden ser parte de lograr una justicia transformadora.
Mia Mingus: Para mí, las dos están íntimamente conectadas, pero no son lo mismo. La abolición es el fin de las prisiones, el complejo industrial penitenciario y la cultura de las prisiones (por ejemplo, criminalización, castigo, ser descartable, venganza). La justicia transformadora es una forma de responder a la violencia dentro de nuestras comunidades de forma 1) que no cree más daño y violencia y 2) que trabaje activamente en cultivar las cosas que sabemos evitarán la violencia, tales como, tomar responsabilidad, curación, confianza, conexión, seguridad.
Entiendo que la abolición es una parte necesaria de la justicia transformadora porque las prisiones y el complejo industrial penitenciario (o Prison Industrial Complex, PIC por su sigla en inglés) son lugares importantes de violencia, abuso y trauma individual y colectivo. Sin embargo, la justicia transformadora también es y debe ser una parte fundamental del trabajo de abolición porque necesitaremos construir alternativas a la forma en que respondemos a los daños y perjuicios, a la violencia y al abuso. El hecho de que cerremos las prisiones no significa que estos actos vayan a parar. La justicia transformadora tiene sus raíces en el trabajo de abolición y es un enfoque abolicionista, pero va más allá de abolir las prisiones (y la esclavitud) y nos pide que acabemos y transformemos las condiciones que perpetúan los ciclos generacionales de violencia como la agresión sexual, la violación, el abuso infantil, el abuso sexual infantil, la violencia doméstica, el abuso de pareja intima, la guerra, el genocidio, la pobreza, la trata de personas, la brutalidad policial, el asesinato, el acecho, el acoso sexual, todos los sistemas de opresión, normas sociales peligrosas y trauma.
Walidah Imarisha: He escrito que cuando hablo de la abolición de las prisiones, la gente me mira como si dijera que extraterrestres del espacio acaban de aterrizar. ¿Qué conexiones ves entre la ciencia ficción y la abolición/justicia transformadora? ¿Qué se vislumbra cuando usamos la escritura fantasiosa para hablar de sistemas alternativos de justicia?
adrienne maree brown: nuestro trabajo es hacer que lo inimaginable se sienta tangible, se convierta en un anhelo. He trabajado con organizadores durante años y hemos sido desafiados y confrontado límites en nuestra construcción. En la ciencia ficción y la ficción visionaria parece que nos damos permiso para ir más allá de ese límite. Podemos ir a una luna donde la discapacidad es acogida, o a futuros en los que estamos somáticamente conectados en red, o al poscapitalismo, como hicieron mis colegas panelistas en Octavia's Brood. Más allá de ese eje central, encontramos soluciones y más problemas, lo cual también es importante para mí en la justicia transformadora, que no sea una utopía.
Alexis Pauline Gumbs: Sí. En primer lugar, diría que prisión es el nombre correcto para nuestra cultura contemporánea, y la prisión como cultura supone un cierto conjunto de problemas y refuerza una reacción dominante en nuestra imaginación. Sylvia Wynter habla de reservas, que también es un nombre exacto para nuestra cultura contemporánea, lo que significa que mientras los pueblos indígenas están confinados en reservas por parte del estado, nuestra imaginación también está confinada. Todos nosotros. Y también diría que en los momentos en que las prisiones se convirtieron en una característica dominante de los Estados Unidos, nuestra imaginación (la de todos, no solo la de los nuestros que están desproporcionadamente encarcelados) también quedó prisionera. La forma en que imaginamos el trabajo, nuestras relaciones, el futuro, la familia, todo, está encarcelado.
Veo la ciencia ficción como una obra de liberación que permite que nuestra imaginación viva más allá de la prisión. Por eso creo que a tanta gente en prisión le haya gustado Octavia's Brood y haya creado su propia colección de ciencia ficción. Las personas han estado buscando escribir su historia más allá de la prisión durante mucho tiempo.
adrienne maree brown: Perpetuamos el sistema carcelario por muchas razones; internalizamos la narrativa de que no podemos hacer nada mejor que eso y nos sentimos cómodos dentro de los límites, exigiendo que alguien más haga los cambios. La justicia transformadora es difícil porque requiere un autoexamen, creando incomodidad a medida que las cosas cambian.
Leah Lakshmi Piepzna-Samarasinha: Cuando era una adolescente sobreviviente de abuso sexual infantil y abuso de pareja dentro de mi familia, la ciencia ficción fue una de las cosas que me dieron esperanzas y me ayudaron a vislumbrar cómo la violencia y el abuso podrían cambiar. Leí Woman on the Edge of Time de Marge Piercy, The Dispossessed de Ursula K. Le Guin y The Fifth Sacred Thing de Starhawk antes de cumplir 20 años, y todos tenían ideas increíbles sobre cómo la cultura de la violación podría cambiar. En sus mundos, todos estaban entrenados en defensa personal y desescalada, y había sistemas de expiación, reparación y sanación cuando ocurría la violencia. Por el contrario, la literatura convencional sobre sobrevivientes no tenía ninguna visión de cómo se podría acabar con el abuso sexual y la violencia de pareja. La ciencia ficción fue el lugar rico en políticas prefigurativas de sobrevivientes que respaldó mis sueños de participar y crear políticas contra la violencia, donde mi visión y las de otros sobrevivientes estaban en el epicentro del trabajo, no en una nota al margen.
Mia Mingus: La visión de la justicia transformadora a menudo parecen ciencia ficción para muchos: un mundo sin abuso sexual infantil, un mundo libre de violencia sexual. Estamos construyendo una realidad que nunca antes habíamos visto. Estamos pidiendo a las personas que flexibilicen sus habilidades de visualización y su capacidad de soñar, algo que no se promueve fácilmente en nuestra sociedad. Esto es especialmente cierto en mi trabajo con el Colectivo de Justicia Transformadora del Área de la Bahía (o Bay Area Transformative Justice Collective, BATJC por su sigla en inglés) porque nos enfocamos en el abuso sexual infantil. Mucha gente no cree que se pueda acabar con el abuso sexual infantil.
La justicia transformadora tiene que ver con la creatividad y la imaginación. Se trata de no seguir el flujo del status quo sino inventar nuevas formas de ser. Se trata de crear lo que necesitas con lo que tienes. No existen planos o manuales para construir la justicia transformadora porque cada incidente, individuo y comunidad tendrá necesidades diferentes, necesariamente. Siempre digo que esta es una de las mayores fortalezas y mayores debilidades de la JT porque vivimos en una sociedad donde a la gente le gusta que le digan qué hacer; a las personas les gusta "admirar" a alguien; se sienten más cómodos en el camino ya recorrido y un “jefe” o un “experto” con todas las respuestas. Gran parte de mi trabajo de justicia transformadora se ha centrado en resistir este tipo de cultura y, en cambio, alentar a las personas a confiar en sí mismas y en sus instintos.
Walidah Imarisha: En su antología Abolición Ahora (Abolition Now) para el movimiento Critical Resistance, Alexis escribió:
"¿Y si la abolición no es algo devastador, ni aplastante, ni una bola de demolición? ¿Qué pasa si la abolición es algo que brota de nuestros ojos humedecidos, de nuestra piel agrietada, de nuestras palmas extendidas esperando, del temblor en mi boca cuando me dirijo a ti? ¿Y si la abolición es algo que crece?"
Las tres tienen experiencia de primera mano tratando de crear sistemas alternativos de justicia. Si no solo estamos derribando prisiones y la Policía como institución, sino cultivando algo, ¿qué estamos cultivando específicamente? Mia, especialmente con tu trabajo en torno a la justicia transformadora con sobrevivientes de abuso sexual infantil, ¿qué semillas están brotando para abordar tanto trauma?
Leah Lakshmi Piepzna-Samarasinha: La justicia transformadora puede ser un círculo de personas liderado por sobrevivientes durante varios años que le pide a alguien que ha perpetrado abusos y daños que haga cambios específicos y los indemnice por los daño causados . También puede ser tan pequeño, y tan grande, como impedir que algún imbécil continúe acosando a alguien en la misma parada de autobús que yo. Creo que es importante decir eso porque es fácil sentirse abrumado. Resulta que acabar con el complejo industrial penitenciario y crear algo diferente sin dinero y con mucha mano de obra femenina de color, no remunerada, es difícil. Realmente aprecio el blog Everyday Abolition porque es un proyecto dedicado a publicar historias cotidianas sobre las muchas formas en que la abolición podría ser en la vida diaria: esos pequeños, grandes momentos de cambio.
En muchos de los procesos de justicia transformadora infernales que he presenciado, uno de los problemas es que todos salen disparados, corriendo, totalmente en modo adrenalina: “¡Tenemos que hacer algo! ¡Ahora!" y luego se cansan. Llevar los principios de justicia curativa y justicia para discapacitados a la justicia transformadora, que podría ser cualquier cosa, desde pedir ayuda a los antepasados para crear justicia y transformar el daño, hasta rituales para limpieza y protección cuando las cosas se ponen difíciles, asegurarse de que las personas tengan sus hierbas y otros recursos para el estrés y la ansiedad hacen que toda nuestra justicia sea más rica, más accesible y posible.
Mia Mingus: Una de las cosas que estamos tratando de desarrollar en nuestro trabajo son los tipos de relaciones, valores y prácticas que pueden apoyar concretamente la justicia transformadora. Queremos una comunidad en la que cualquier sobreviviente pueda hablar sobre sus experiencias sin tener que temer ser avergonzado y culpado, condenado al ostracismo, sin credibilidad, acosado o traumatizado nuevamente. El tipo de comunidad en la que las personas que han hecho daño y están tratando de asumir la responsabilidad pueden saldar el daño que han hecho, sin temor a la violencia o las represalias. Viviendo en una cultura de violación, estamos muy lejos de esto. También sabemos que las comunidades están formadas por individuos y las relaciones que establecen entre sí; por lo que estamos pidiendo a las personas que desarrollen sus propias habilidades y prácticas para poder construir el tipo de relaciones entre ellos que nos permitan, por ejemplo, hablar sobre el daño que hemos hecho, sin importar cuán grande o pequeño sea (por ejemplo, "Yo solía intimidar a otros niños en la escuela cuando era más joven”, o “Creo que podría haber agredido sexualmente a alguien”).
Una de las formas en que estamos haciendo esto es usando nuestro modelo de grupos llamados " Pods ". El grupo está formado por personas a las que llamaría en caso violencia, ya sea porque usted es el objeto de la violencia o porque es el agresor o porque es testigo de un acto de violencia. La mayoría de las personas tienen varios grupos (pods) porque las personas a las que llamarían si sobrevivieran a la violencia a menudo son diferentes de las personas a las que llamarían para que los ayuden a responsabilizarse por la violencia que han cometido o el daño que han causado. Motivamos a las personas a pensar en quiénes son las personas de su grupo (¿cuánta más ciencia ficción podemos emplear?) y a desarrollar y profundizar su grupo.
Los integrantes de nuestros grupos(pods) no son necesariamente nuestra gente más cercana porque a menudo es de donde proviene la violencia. Nos desafiamos a nosotros mismos a construir activamente nuestros propios grupos (pods), en lugar de simplemente esperar que otras personas lo hagan.
adrienne maree brown: ¡Cuántos experimentos hermosos! Incluí la justicia transformadora como un principio central de estrategia emergente, por dos razones, porque se alinea con lo que percibo en la naturaleza, que nada es desechable, y porque son las únicas formas en que funciona, lo que he visto, son iterativas, emergentes. He facilitado muchas meditaciones, agravios, conflictos, rupturas... y gran parte del trabajo se trata de desaprender la deshonestidad, ya sea en forma de mentiras completas, medias verdades, omisiones, cortesía. He aprendido esto en mí misma: las cosas más atroces que he hecho siempre provenían de algún dolor no expresado ni reconocido. Así que he comenzado conmigo misma, incrementando la honestidad radical en mi propia vida; este ha sido el enfoque de mi trabajo somático: aprender a permanecer presente en mi cuerpo mientras digo y/o escucho la verdad. Mi labor política ha cambiado; en lugar de ayudar a las personas a desarrollar planes de cinco años, a menudo me encuentro apoyando a las personas para que sean más honestas en tiempo real, para decir la verdad sobre la conexión (en la organización, red, relación, familia) para tolerar mejor la verdad de otros. Los resultados son asombrosos: los humanos somos capaces de cualquier cosa cuando somos honestos, cuando tenemos límites, trabajamos de manera sostenible, hacemos el trabajo que nuestras comunidades más necesitan (en lugar del más fácil de financiar o el más inducido por los medios), salimos de dinámicas tóxicas, nos sentimos vistos y debidamente valorados, participan íntimamente de forma auténtica. Esto es nivel básico como tierra, agua, fuego y aire. Sin estas conexiones centrales, la injusticia florece.
Walidah Imarisha: ¿La elección de Trump tendrá un impacto en esta visión de justicia transformadora y en el trabajo de campo que se está realizando para lograrla?
Leah Lakshmi Piepzna-Samarasinha: Significa que lo necesitamos más que nunca porque realmente no podemos confiar en el sistema.
adrienne maree brown: Da tanto miedo que muchos de nosotros dejaremos de ver el todo y nos enfocaremos en lo específico y particular alrededor o en realidad esconderemos la cabeza y simplemente rodaremos con la esperanza de sobrevivir. Es un momento desalentador. Pero, creo que nuestra supervivencia depende de poder mantener ambas visiones, sobrevivir al presente y apoyar a los más vulnerables con la mirada en el horizonte, mirando hasta donde podamos, moldeando nuestra realidad hacia eso. Las amenazas ahora son universales–guerra nuclear, catástrofe climática, y ninguno de nosotros sufre de miopía o normalizaríamos este momento político. También creo que en nuestro miedo nos volvemos pequeños, nos volvemos competitivos, nos volvemos virtuosos. La división abunda. Apoyándonos en la justicia transformadora, la complejidad, la unidad, ser ingobernables juntos, todo eso será importante.
Walidah Imarisha: ¿En tu visión, cómo sería una sociedad futurista enraizada en los principios de la abolición y la justicia transformadora?
Mia Mingus: Una de las cosas de tener una visión sobre la justicia transformadora es que, después de suficiente práctica, comienzas a aprender que lo más importante no es tener una visión clara como un cristal con todas las respuestas, sino abrazar la justicia transformadora mientras visualizamos nuevos mundos, esa visualización inevitablemente nos cambiará, y en consecuencia cambiará nuestra labor y así sucesivamente. Aprendes que visualizar es un proceso emergente y en evolución que cambia constantemente, como un río. Una de las visiones que tengo de una sociedad enraizada en la abolición y la justicia transformadora es que todos podríamos responder, aunque no sea perfectamente, a la violencia, al daño y al abuso en nuestras comunidades. Visualizo una sociedad que trabaja activamente para prevenir la violencia, el daño y el abuso y que entiende los errores como oportunidades para crecimiento, realineamiento y claridad. Visualizo que realmente pudiéramos vivir la creencia de que “nadie es desechable”. Imagino una sociedad en la que podamos obtener ayuda de las personas en nuestra vida cotidiana y en la que no tengamos que dejar nuestras comunidades para sanarnos, protegernos o educarnos; una sociedad donde conocemos a nuestro prójimo y a nosotros mismos, y donde la cura individual y colectiva son parte cotidiana de nuestras vidas.
Walidah Imarisha | E.E.U.U. |
Educadora y escritora. Coeditora de dos antologías, Octavia's Brood: Science Fiction Stories From Social Justice Movements y Another World is Possible. Imarisha es la autora de Angels with Dirty Faces: Three Stories of Crime, Prison and Redemption, que ganó un Oregon Book Award 2017, y la colección de poesía Scars/Stars. En 2015, recibió una beca Tiptree por sus escritos de ciencia ficción. Imarisha actualmente enseña en el Departamento de Estudios Afroamericanos de la Universidad Estatal de Portland y es Directora del Centro de Estudios Afroamericanos de la PSU. En el pasado, ha enseñado en la Universidad de Stanford, la Universidad Estatal de Oregón y el Pacific Northwest College of the Arts.
adrienne maree brown | E.E.U.U. |
Escritora, facilitadora, sanadora y activista del placer que vive en Detroit. Es coeditora de Octavia's Brood y autora de la próxima publicación Emergent Strategy: Shaping Change, Changing Worlds (AK Press 2017).
Mia Mingus | E.E.U.U. |
Autora, conferenciante, educadora comunitaria y organizadora que trabaja por la justicia de las personas con discapacidad y las respuestas de la justicia transformativa al abuso sexual de niños. Es una mujer queer coreana con discapacidad física, nacida en Corea, nacida en Corea, criada en el Caribe, que creció en el sur de Estados Unidos y que ahora vive en el norte de California. Trabaja por la comunidad, la interdependencia y un hogar para todos, no solo para algunos de nosotros, y asegura un mundo donde los niños con discapacidad puedan vivir libres de violencia, con dignidad y amor. A medida que su trabajo por la liberación evoluciona y se profundiza, sus raíces siguen arraigadas en la lucha contra la violencia sexual.
Mia es una de las principales miembros de la Bay Área Transformative Justice Collective (BATJC), un colectivo local que trabaja para construir y apoyar respuestas de justicia transformativa contra el abuso sexual de niños que no dependen del estado (es decir, la policía, las prisiones, el sistema judicial penal). Ella cree en la abolición de las prisas e incita a todos los activistas y organizadores a pensar de manera crítica y creativa más allá del complejo sin fines de lucro.
Alexis Pauline Gumbs | EE.UU |
Feminista negra que propaga el amor y una reconocida investigadora en la comunidad. Alexis es Miembro fundador de UBUNTU, una coalición dirigida por mujeres de color para poner fin a la violencia contra las mujeres. Ella es la autora de Spill: Scenes of Black Feminist Fugitivity, co-editora de Revolutionary Mothering: Love on the Front Lines, y contribuyó a Octavia’s Brood: Science Fiction Stories from Social Justice Movements y Abolition Now: Ten Years of Strategy and Struggle Against the Prison Industrial Complex.
Leah Lakshmi Piepzna-Samarasinha | EE.UU |
Mujer queer enferma y discapacitada y escritora, educadora y organizadora de la justicia transformativa de Sri Lanka/ Irlanda/ Roma. Es autora de los premios Lambda y ALA Stonewall con Dirty River (Río sucio), Bodymap (Mapa corporal), Love Cake (Pastel de amor), y Consensual Genocide (Genocidio consensual). Es coeditora de The Revolution Starts At Home (La revolución comienza en casa) y cofundadora y codirectora del colectivo de performance QTPOC Mangos with Chili (Mango con pimienta) de 2005 a 2015.
Es artista principal con compañía de actuación de justicia para discapacitados, Sins Invalid. Actualmente está terminando su nuevo libro de ensayos: Care Work: Dreaming Disability Justice Culture (Trabajo de cuidado: soñando la cultura de justicia a los discapacitados) y un libro de poesía Tonguebreaker. Website: brownstargirl.org