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La Garganta Poderosa

De las villas Argentinas para el mundo

| Argentina |

julio de 2019

Somos un movimiento latinoamericano revolucionario, que nació desde las entrañas de las villas de Buenos Aires, Argentina, hace más de 15 años, y que hoy articula 120 asambleas territoriales en 12 países de América Latina.

¿Por qué La Poderosa? Por la importancia que tiene para todos y todas las integrantes de la organización la palabra “poder”, que si bien está cargada de una connotación negativa por el usufructo en provecho de intereses individuales, de forma autoritaria y violenta por parte de quienes hacen de la política una mera administración de intereses para concentrar riqueza y arrogancia, el “poder” real para quienes tenemos como principal urgencia comer es el encuentro, la discusión y el hacer colectivo que transforma nuestras vidas y la de toda la comunidad. Este poder popular que reivindicamos brota desde abajo, sin grandes transacciones monetarias de por medio ni cotizaciones financieras, lo construimos día a día en cada barrio donde nos organizamos, en cada minuto compartido con nuestras vecinas y vecinos, cada charla, y en cada asamblea. Este verdadero poder no depende de millones de dólares ni publicidad en horario central en la televisión abierta, por eso cada vez que asomamos la cabeza nos tienen miedo, porque no pueden entender y mucho menos permitir que ninguna expresión de libertad y dignidad que nazca del inmenso potencial creativo de la humanidad.

Pero no solo de este poder que significa salud para el pueblo proviene nuestro nombre, también de aquella moto con la que Ernesto Guevara y Alberto Granados salieron a recorrer América Latina, con el fin de conocer las distintas realidades del pueblo. Es por ese aprendizaje internacionalista, y la migración que constituye nuestra realidad, que decidimos recorrer las venas del continente para encontrarnos con las necesidades más allá de las fronteras de nuestro país.

Educación popular

La Poderosa comenzó en la Villa Zavaleta, ubicada en la Ciudad de Buenos Aires, a través de rondas de fútbol popular con un grupo de jóvenes que decidieron juntarse para defender sus derechos desde el barrio, y para todo el barrio. Un fútbol con reglas propias, a medida de las necesidades de quienes lo practican. Ya desde aquellos inicios, la identidad poderosa era latinoamericana, porque ya en esas rondas previas y posteriores a los partidos de fútbol mixto, había jóvenes de distintas procedencias, nacidos en otros países, o hijos de migrantes. En las villas de Argentina conviven diversas culturas, vecinos y vecinas que llegaron en búsqueda de mejores condiciones de vida. Estos lazos familiares, de amistad, entre quienes se fueron de sus países, quienes se quedaron, y quienes recibieron a los que se fueron, son la clave para que La Poderosa tome fuerza a lo largo y ancho de América Latina. Después de muchos años de recorrido, hoy son los pibes que empezaron con el fútbol popular los que entrenan a las nuevas camadas que se van sumando. Y ahí radica la transformación y el empoderamiento con el que intentamos construir ese poder que entendemos se construye desde abajo hacia arriba, y siempre con los pies en el barro.

Desde este punta pie, fueron surgiendo cooperativas de trabajo, textiles, de carpintería, herrería, construcción, gastronómicas, y de diseño, entre otras. Y también nacieron las Casas de las Mujeres y las Disidencias.

Nuestras actividades, dirigidas a niños, niñas y jóvenes, están orientadas a que pierdan los miedos a hablar, pensar y participar, así como fomentar y sostener su escolaridad, acompañándolos desde apoyo escolar, talleres recreativos, culturales y deportivos, funcionando como espacios de contención muy importantes para ellos, sus familias y entorno. Sólo propiedad de lo público y lo barrial, el Fútbol Popular avanza hacia el desarrollo comunitario, con músculos que se suman desde el fútbol, desde el arte, desde los pibes y pibas, desde la lucha. Y así, aquella rondita de compañeros que se lanzó a la utopía no ha parado de crecer en todo el continente.

Frente a la ausencia constante del Estado y tratando de hacerle frente al hambre, en todos los barrios contamos con merenderos y comedores donde muchas familias se alimentan. Esto no nació de ningún color partidario de la política tradicional, ni de ningún sponsor de los que apuesta a los barrios, como a la televisión, para vender productos. Lo generaron las vecinas comprometidas con las necesidades más esenciales y las injusticias que no soportamos más.

No nos alegramos por tener más comedores, ya que representa que las cosas se complican a diario, pero mientras tanto tenemos que alimentarnos. Por eso, grupos de vecinas se pusieron al hombro esta tarea que beneficia en promedio a 200 familias en cada barrio.

Control popular a las fuerzas de seguridad

 Un ejemplo de la lucha contra los abusos cotidianos de las fuerzas de seguridad es la placita “Kevin”, ubicada en el corazón de la Villa Zavaleta. De día, lugar de juego para los niños. De noche, zona liberada por las Fuerzas de Seguridad donde se daban cita las bandas para arreglar sus cuentas. Este accionar de las Fuerzas se llevó la vida de Kevin, un niño de 9 años, víctima de una de esas “balas perdidas” que siempre encuentran en su camino a nuestros pibes. En este caso, esa bala fue uno de los 105 tiros de armas de guerra registrados aquel día, que duró más de cuatro horas, tras 9 llamados al número de emergencia 911 sin obtener otra respuesta distinta a "no se escuchan detonaciones, la zona está controlada".

Kevin todavía estaría vivo. Desesperados por el abuso de quienes deberían cuidarnos, decidimos crear el Control Popular a las Fuerzas de Seguridad, un dispositivo pensado, creado y llevado a cabo por los vecinos que formamos parte de la asamblea. La función de este dispositivo es asegurarse de que cada procedimiento que realicen las Fuerzas de Seguridad se lleve a cabo de acuerdo con la ley, para garantizar, nada más ni nada menos, que se respeten los derechos de las personas que vivimos allí.  Con el paso del tiempo y de ver que estas situaciones se replicaban en todos los territorios, decidimos que cada asamblea de La Poderosa contara con este dispositivo para el resguardo de nuestros pibes y de nuestros vecinos. A inicios del año 2018, la totalidad de asambleas de la Argentina llevamos a cabo un relevamiento de casos de represión estatal. En un mes, más de mil casos que no llegan a las comisarías ni fiscalías y por ende quedan como si nada pasara. El dispositivo es efectivo hacia dentro del barrio porque el control de quienes en teoría deberían cuidarnos, garantiza la disminución de la violencia por parte del Estado para que no haya nunca más un pibe muerto por una bala que pagamos todos con nuestros impuestos, para que no haya más allanamientos u operativos ilegales, y para que lo que pasa en el barrio no quede solamente en el barrio permitiendo la impunidad de todas las prácticas amenazantes, las torturas, y la violencia tanto física como verbal, ejercidas cotidianamente por las fuerzas de seguridad.

Entre la comunidad organizada, el grito coherente y constante de todas las asambleas en defensa de los derechos de los niños, adolescentes y jóvenes, el 3 de octubre de 2017 La Poderosa llegó a la ONU, Ginebra, Suiza, para describir ante el Comité de los Derechos del Niño la escalada de violencia y casos testigos de tortura en manos del Estado. Producto de esta denuncia que realizamos la ONU interpeló al Estado Argentino a responder ante aquello que expresamos.

Frente de géneros

La violencia del sistema de salud nos deshumaniza por ser mujeres pobres, aún más si somos migrantes o pertenecientes al colectivo LGTBIQ. El sistema de justicia sordo y ciego revictimiza a las mujeres víctimas de violencia de género, o no llega a los sectores empobrecidos. Pero a la violencia institucional y económica, se le agrega la violencia simbólica, producto de la estigmatización de los medios masivos de comunicación hacia las mujeres de barrios humildes por ser mujeres y pobres, reforzada por la discriminación cultural que nos perpetúa a la exclusión.

Al abrir los ojos a esta realidad comenzamos a preguntarnos cómo mejorar la calidad de vida de nuestras vecinas. La respuesta después de horas de llantos, risas, y coraje, fue la creación de un Frente de Géneros que se haga cargo de ir dando respuestas exigiendo que el Estado se haga presente mediante políticas públicas efectivas. De esta manera, el Frente de Géneros materializó la construcción de varias Casa de las Mujeres y las Disidencias, un espacio físico que conglomera todas las actividades que el Frente lleva a cabo de manera autogestiva desde sus inicios. Este espacio de mujeres para mujeres, se compone de 6 pilares: trabajo, educación popular, recreación, salud, violencia de género, y diversidad.

La Garganta Poderosa

El 1ro de Enero de 2011 salió a las calles por primera vez la revista cooperativa, el brazo literario de la organización. El nacimiento de la revista es la consecuencia de más de 7 años de organización, y más de 500 años de no ser escuchados.

Históricamente de los barrios empobrecidos del mundo nunca hablaron los vecinos y las vecinas en primera persona, sino interlocutores que parados, en el mejor de los casos en la vereda de enfrente, se encargaron de transmitir lo que pensamos y lo que no, quienes allí vivimos todos los días sin siquiera consultarnos. Esta fórmula, lejos de favorecer a que nuestros barrios cambien y las diversas problemáticas encuentren soluciones, nos empujaron a vivir bajo un manto de prejuicio instalado desde los medios de comunicación masivo.

Estos relatos que siempre omiten los valores como la solidaridad y la cultura del encuentro, que hacen que aun después de tanto olvido sigamos sobreviviendo, no solo quedan en una imagen errada que una gran parte de la sociedad se crea sobre la realidad que vivimos, sino que habilita un sinfín de políticas públicas implementadas por el Estado que no resuelven nuestras necesidades, sino que por el contrario las agravan, o simplemente sirven como parches provisorios.

Cansados de esta situación, las asambleas decidimos también tomar la comunicación en nuestras propias manos, para demostrar que a nuestros barrios no les faltaban voces, sino lo que les faltaba eran medios desde donde poder hacerlas oír ¡Y claro que no fue fácil! Decidimos hacer un medio de comunicación desde los barrios empobrecidos, sin pauta oficial ni publicidad, para que cada palabra represente lo que pensamos y lo que sentimos sin ningún tipo de compromiso que nos condicione.

Cuatro meses antes del “Lanza-No-Miento” de la revista, cada asamblea poderosa eligió dos comunicadores, y empezó a pagarles la formación con fondos generados por las mismas asambleas. Así la cooperativa garantizó tener un grupo de vecinos y vecinas en proceso de aprendizaje y con mejores herramientas técnicas para producir el primer número.

El primer grito de tapa fue Juan Román Riquelme, ex jugador de Boca Juniors y de la selección Argentina de fútbol, quien en la contratapa salió pidiendo silencio, dando cuenta que desde ese momento los villeros y villeras comenzaban a hablar por sí mismos. Un tipo como él, sencillo, que no acostumbraba a dar entrevistas, aceptó ser el grito inaugural de este medio villero, y con la revista en los puestos de diarios y revistas de toda la Argentina, superamos las 18 mil ventas. Lejos de relajarnos, fuimos por el segundo número pero con una mayor apuesta: desde ese momento abríamos cooperativas de venta y distribución de La Garganta en todo el país. De este modo generamos un ingreso económico más al mismo tiempo que aumentamos el número de ventas, mientras que por otro lado garantizamos la impresión del siguiente número, que las asambleas paguen los salarios de sus comunicadores con estos ingresos, y continuar recaudando fondos con los que imprimimos mayor cantidad de revistas adquiridas por las asambleas al costo generando un nuevo ingreso que posibilita, hasta el día de hoy, llevar adelante el sueño de muchos pibes y pibas de conocer el mar en el verano, de realizar campamentos entre barrios de distintas provincias, tanto como solventar los materiales y herramientas para los espacios de educación popular, o disponer dinero para mejorar, a través de jornadas de trabajo voluntario, los espacios públicos de cada barrio.

La Garganta Poderosa nació como propuesta de exponer los paradigmas de la moral impuesta por dogmáticos y catedráticos, desde las teorías doradas que iluminan las condiciones socialmente determinadas, sin socializar las determinaciones condicionales, que determinan los condicionamientos sociales, para cuestionar a aquellos solemnes ensayistas de los ecosistemas villeros que nos investigan como rupestres fenómenos biológicos. Para atrapar su atención, y la de toda la sociedad que en general conoce nada de nuestros barrios, porque nada es lo poco que muestran en la televisión, en los diarios y las radios, quienes dominan las frecuencias de la comunicación masiva, que hablan siempre desde lejos, cuanto mucho, desde en frente, pero jamás con los pies en nuestros barrios, y mucho menos poniéndole un micrófono, un audífono o una lapicera a cualquiera de nuestras vecinas que hace más de 5 décadas viene probando y comprobando todas esas recetas masticadas en escritorios ajenos a nuestros territorios, desde donde se implementan las políticas que no funcionaron y no funcionarán porque omiten a quienes deberían ser principales protagonistas, la comunidad a la que van destinadas.

La poderosa latinoamericana

No fue un acierto brillante de un grupo de argentinos y argentinas iluminadas, tampoco una gran idea exportada, y mucho menos una receta aplicable a cualquier circunstancia. La dignidad no conoce de fronteras, y encontrarnos es una condición necesaria tanto para resolver lo urgente como para armar un proyecto de sociedad donde los barrios, comunidades rurales, y pueblos originarios, sean protagonistas para que de una vez por todas, el destino este en nuestras manos. Desde Tierra del Fuego, hasta el Río Grande, no tuvimos otra mejor opción: trabajo de base y organización.

Además de Argentina, donde la organización está más desarrollada, en Chile, Bolivia, Perú, Uruguay, Brasil, Paraguay, Ecuador, Colombia, Venezuela, México y Cuba, hay asambleas poderosas, con referencias territoriales que piensan el desarrollo de cada barrio, y que progresivamente van llevando adelante el programa de crecimiento de la organización mediante: nuevas asambleas en distintos barrios, ciudades, provincias o estados; la producción de contenido para que La Garganta de cada país se se arraigue como una voz legítima en cada realidad con capacidad para interpelar los discursos dominantes; y la construcción de lazos solidarios con otras organizaciones.

Desde el 2017 realizamos encuentros anuales que posibilitan el intercambio de experiencias entre vecinos y vecinas de los barrios más humildes del continente, que de otra forma jamás nos conoceríamos. A través del trabajo colectivo logramos que cientos de nuestros vecinos y vecinas puedan viajar, y saber que existen otros barrios donde también se sufren las mimas problemáticas. La falta de dinero hace que solo escuchemos los unos de los otros en algún informativo amarillista que siempre habla sobre nosotros de la peor manera, somos los feos, malos, vagos, y terroristas. El cerco mediático impuesto sobre nuestras realidades configura una gran dificultad para que, aún sin poder viajar y vernos cara a cara, sepamos que existimos, que no estamos solos, y que tanto los sueños como las formas de organizarnos para alcanzarlos nos hermanan.

Año tras año, cientos de vecinos y vecinas de los barrios, las periferias, ocupaciones, favelas, villas, poblaciones, colonias, y comunidades indígenas vamos consolidando una plataforma política de base que comenzó siendo una moto en la que viajaban dos personas recorriendo las venas abiertas de nuestra América, y hoy es un colectivo lleno de esperanza y unidad.

En julio del año pasado este encuentro fue en Porto Alegre, debido a la grave situación política en que estaba envuelto Brasil desde el impeachment a Dilma Roussef, y la inminente persecución que se anunciaba sobre Lula Da Silva, principal líder político del campo popular, y único capaz de ponerle un freno a la derecha mediante la vía electoral, La Poderosa Latinoamérica comprendió que todas las asambleas, de todos los países, debían hacer el máximo de los esfuerzos para brindarle todo el apoyo y solidaridad internacionalista tanto al conjunto del pueblo brasilero, como a sus organizaciones sociales. A las 9 de la mañana del 27 de julio una caravana latinoamericana de 30 micros provenientes de 12 países del continente nos encontramos en Porto Alegre, en el II Foro Latinoamericano de La Poderosa denominado “Cumbre de Base”.  

La poderosa brasil

Vecinos y vecinas de distintas ciudades están construyendo este poderoso sueño en Foz de Iguazú, Porto Alegre, Sao Paulo, Ceará y Salvador Bahía, al calor de la educación popular, el trabajo voluntario y cooperativo. Para contactarte escribinos a apoderosa.brasil@gmail.com.

La Garganta Poderosa

 

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