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periferias 9 | Justicia y derechos en migraciones Sur-Sur

foto: Patrick Marinho

Makamba angoleña en Maré

La pequeña Angola forma parte de la constante reafricanización de la ciudad de Río de Janeiro

Fotografía por Patrick Marinho | Texto por Rodolfo Teixeira Alves

| Brasil |

marzo de 2024

Los desplazamientos poblacionales formaron territorios simbólicos en la ciudad de Río de Janeiro a lo largo de su historia. Y fueron muchos, pero el principal flujo, por supuesto, fue el tráfico de africanos, que duró desde el siglo XVI hasta el XIX y que convirtió a Río de Janeiro en el mayor puerto esclavista de América.

En las décadas transcurridas entre los siglos XIX y XX, la afluencia de bahianos, junto con otros grupos sociales, formaron un territorio simbólico en el centro de la ciudad que el artista Heitor dos Prazeres llamó "pequeña África". El nombre de "pequeña África" se mantuvo y pasó a representar núcleos urbanos cuya población local es en su mayoría negra, africanos o no. 

En los años ochenta, por ejemplo, en el barrio de Lapa se formó una pequeña África debido a la afluencia de estudiantes de varios países africanos, como Guinea Bissau, Angola y Santo Tomé, que venían a través de acuerdos de intercambio para estudiar en las universidades de Río de Janeiro. Esta población africana, en su mayoría estudiantes, solía congregarse en restaurantes y bares de la zona, especialmente en el D'África, que fue un importante espacio de sociabilidad africana y negra en las noches cariocas de los años ochenta. Es habitual en estos lugares abrir negocios, como bares y restaurantes, que permitan a la gente reunirse y vincularse, aunque sea simbólicamente, con su país de origen, a través de la música, la comida y el encuentro con sus compatriotas.

En el complejo de favelas de la Maré, en los noventa, también se formó un territorio africano que sigue contribuyendo a la historia multicultural de la ciudad de Río de Janeiro. Pequeña Angola, o barrio angoleño, como llaman popularmente la región que concentra la comunidad de inmigrantes angoleños en las favelas Vila dos Pinheiros y Salsa e Merengue.

Según el Censo de la Maré (2019), elaborado por Redes da Maré, en todo el conjunto de favelas viven 195 angoleños. Solo en la Vila dos Pinheiros hay 56 personas, aunque el propio censo reconoce que estos datos pueden estar subregistrados. Según las vivencias de los que residen en la zona, la presencia angoleña es simbólicamente más significativa. Incluso considerando solo los datos comunicados en relación a la población extranjera, la angoleña es la mayor, seguida de la portuguesa, con 24 personas contabilizadas por el Censo.

La construcción de la Maré como territorio multicultural forma parte de la historia de la ciudad de Río de Janeiro. Esta construcción es fruto de diferentes diásporas, del cruzamiento de grupos sociales y étnicos a lo largo de los años. 

La construcción de la Maré como territorio multicultural forma parte de la historia de la ciudad de Río de Janeiro. Esta construcción es fruto de diferentes diásporas, del cruzamiento de grupos sociales y étnicos a lo largo de los años.

Personas se desplazaron desde otras regiones de Brasil y de otros países, motivadas por proyectos individuales o familiares y/o por razones económicas, políticas y sociales.

Los más de 20 años de afluencia de angoleños también forman parte de la historia de la Maré con la Pequeña Angola. Además de los aspectos culturales que influyeron en el territorio, esta población también ayudó a consolidar la economía local mediante la formación de empresas y espacios de socialización.

Foto: Patrick Marinho | Imagens do Povo

Encuentro con los amigos

Celso Marcos Pedro Miranda, conocido como Fidel, es uno de los residentes angoleños de la Maré. Desde el punto de vista de Fidel, la comunidad angoleña está disminuyendo. Fidel convivía con " un montón " de sus compatriotas en la Vila dos Pinheiros. En los últimos años, vio cómo algunos de ellos emigraron a Estados Unidos y Portugal en busca de otras oportunidades de vida.

Fidel llegó a Río de Janeiro el 3 de abril de 1996. Tenía 19 años cuando decidió seguir los pasos de sus amigos partiendo solo desde Luanda hacia Río de Janeiro. En la década de los 90, había un flujo migratorio constante en Angola debido a la guerra civil que duró hasta 2002. Se calcula que unos 600.000 angoleños emigraron, motivados por las crisis políticas y económicas que sufría el país.

Durante los 26 años que ha vivido en la Vila dos Pinheiros, Fidel formó una familia y ahora tiene tres hijos: Ingrid, Davi y Julio. Su primer trabajo en Río de Janeiro fue de vidriero. En Luanda, estudiaba y eventualmente ayudaba a un amigo en carpintería y metalistería. Pero contó que trabajo, trabajo de verdad fue en la cristalería, cuando llegó a Río de Janeiro. Eso duró unos cinco años hasta que abrió su primer bar, Travessa da Fé, a principios de la década de 2000.

Al principio, el bar estaba en un local alquilado. Después, Fidel se mudó a un local enfrente, que construyó a lo largo de los años. El bar, conocido como Adega dos Angolanos, funcionó durante 15 años en la línea divisoria entre las favelas de Pinheiros y Salsa e Merengue. Travessa era "el bar más famoso de aquí", dice. Desde hace un año, su bar funciona en un tráiler, en la misma calle de la favela, donde sigue sirviendo comida y bebida a su público, formado por angoleños y brasileños.

Hoy, en el nuevo espacio, Fidel dice que está más tranquilo y que, aunque el movimiento no es tan grande, es suficiente para garantizar el sustento de sus hijos. En su antiguo bar, el viernes era el día de la semana en que un montón de angoleños se reunía para comer y beber. Allí tenían la opción de comer un plato típico angoleño, como el funge o el mufete, que Fidel servía con frijoles de aceite de palma, yuca, plátanos, harina, salsa campestre y pescado.

Su tráiler está en la esquina, en la entrada de un callejón. La decoración es de color rojo; tiene diseñados los escudos de los equipos de fútbol de Río. En el medio de la pared, las banderas de Angola y Brasil juntas, simbolizando que el espacio une a los dos países. Tras haber vivido 26 años en Brasil, Fidel está tramitando la naturalización brasileña. Quiere obtener un pasaporte brasileño. Dice que es más fácil conseguirlo aquí que enfrentar la burocracia angoleña.

Desde que llegó a la Vila dos Pinheiros en 1996, Fidel no ha regresado a Angola. El precio del pasaje para viajar a Luanda le resulta pesado. Él calcula un costo total de 10.000 reales. Con ese dinero, dice, sería mejor invertir en la construcción de un apartamento-estudio en la Vila dos Pinheiros.

En 2010, su hermano visitó Río de Janeiro y le encantó. Pero es a través de internet que se mantiene en contacto con su país natal, recibe noticias de sus familiares y se entera de los acontecimientos en Luanda. Es crítico de los gobernantes angoleños. Para él, su país no es una democracia: aún es necesario conquistarla.

Fidel pertenece a la primera generación de angoleños que llegó a la Vila dos Pinheiros a mediados de los noventa. En aquella época, cuenta, la gente venía sola. Poco a poco el "barrio de los angoleños" fue creciendo. Aquí, algunas personas invirtieron en empresas como bares, panaderías y lan houses -un tipo de negocio, hoy desaparecido, famoso a principios de la década de 2000 por ofrecer acceso a computadores con internet.

En los últimos años, Fidel ha visto cómo muchos de sus compatriotas se han ido y pocos han llegado a la Vila dos Pinheiros. Para él, Río es una ciudad buena, pero aquí el trabajo es difícil, por eso la gente está considerando vivir en otros países y ciudades.

Por ahora, Fidel continúa donde siempre ha estado durante los últimos 26 años. En la Vila dos Pinheiros que vio crecer; en la favela donde formó una familia y crió a sus hijos. Sigue invirtiendo en su bar, que los viernes sigue reuniendo a gente de los alrededores para comer y beber, escuchando música de todos los ritmos, como pagode, funk, hip-hop y algunos ritmos angoleños. Entre las opciones gastronómicas que ofrece, prevalece la comida brasileña, con el arroz y los frijoles como base principal. Pero si uno llega y pide mufete — si hay pescado —, se lo prepara.

Próximo a cumplir un año en el nuevo espacio, su objetivo ahora es dar un nombre al bar. Fidel está pensando en un nombre tradicional africano. Mencionó Ku-di-sanga kua makamba, una frase en kimbundu que quizá revela su preferencia. Traducido, sería Encuentro con los amigos.

Foto: Patrick Marinho | Imagens do Povo
Foto: Patrick Marinho | Imagens do Povo
Foto: Patrick Marinho | Imagens do Povo

En mi barrio

Nizaj es oriundo de Salsa e Merengue, una favela vecina de la Vila dos Pinheiros y la Vila do João. Es allí, en la Rua C, donde escribe sus raps que "dan de qué hablar hasta en medio del Congo". Eso es lo que dice su canción inmyhood, que habla de las sonrisas de la gente de Salsa e Merengue y del trajín de la vida como habitante de una favela.

Nizaj es el nombre artístico de Nzaje Vieira Dias, músico, actor y percusionista. Nizaj es angoleño, de la capital, Luanda, pero vive en la Maré desde los 2 años, cuando llegó de Angola con su familia en 1999. Hoy, a sus 25 años, se ha dedicado a su carrera musical, en colaboración con sus colegas del colectivo Black Owl Record, un sello discográfico que actúa en la Maré. 

"Soy Luanda y también soy Río", así se presenta Nizaj, un MC angoleño cuyo flow muestra la confluencia de acentos que caracterizan sus canciones. Sus letras presentan las vivencias de Nizaj y canta a Salsa e Merengue, que es su lugar de enunciación e imaginación del mundo. Es un cantante en esa pequeña Angola que se formó en la Maré. Y es en la Salsa dónde encuentra acogida y se reconoce en esta comunidad angoleña que, como él canta en in my hood, "más de 5000 personas ya ocuparon todo el espacio".

Foto: Patrick Marinho | Imagens do Povo

In my hood — Nizaj

"Diversidad al mando
Soy Luanda y también soy Río

Mira a mi gente como anda
Solo con verlos, hermano, yo sonrío
No me preguntes por Wakanda no llegué aquí de navío 
Esta historia que nunca desanda 21 años dentro de Brasil

Ven a ver, qué divertido
Mira, las escuelas están irguiéndose
Varios niños en un fútbol frenético 
Hay hasta piscina y casas al lado"


 

Patrick Marinho | BRASIL |

Nació y creció en la favela de la Maré, en Morro do Timbau. Patrick fotograda de forma independiente desde los 18 años, investigando la vida cotidiana de los residentes locales con énfasis en los trabajadores informales.

@commarinhoo

Rodolfo Teixeira Alves | BRASIL |

Antropólogo y fotógrafo radicado en Río de Janeiro.

@rodolfotalves

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