¡Agua! Derecho al bien común

Abrir el grifo para servirse agua limpia y salubre, un acto aparentemente simple y banal, no es algo que esté al alcance de miles de millones de personas en todo el mundo.

En el Brasil, por lo menos 40 millones de residentes de ciudades y metrópolis no tienen acceso a servicios de saneamiento básico. Aunque las Naciones Unidas reconocen, desde 2010, el derecho al agua como esencial para vivir y ejercer todos los demás derechos ciudadanos, todavía estamos lejos de lograrlo efectivamente para todos. Las repercusiones en la salud son numerosas en esas condiciones, aunque son aún más evidentes en la actual situación de pandemia que está afectando al mundo.

Sinónimo de vulnerabilidad extrema al contagio y a la muerte, la falta de agua limpia y potable es sólo otro signo latente de la necropolítica que se ejerce contra los barrios marginales, las periferias y sus habitantes.

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El agua como bien común e irrenunciable es el tema de los ensayos fotográficos de este número, organizados por el fotógrafo carioca oriundo de la Maré, Bira Carvalho, siempre un colaborador crucial de esta revista Periferias. Por invitación suya, se unieron los fotógrafos y fotógrafas Natalia Perdomo, Bárbara Dias, Fernando Jesús y Rento Errejota.

Como sabemos, la vida cotidiana de los habitantes de los territorios populares está marcada por la distancia, la escasez y la falta de acceso al agua. Sin embargo, las imágenes aquí expuestas provocan sentimientos a través de los diferentes usos sociales del agua y de los valores fundamentales al reencontrarnos con la naturaleza. Son aguas que emergen de las favelas y las periferias y que nos llaman a afirmar y celebrar el Derecho a la Vida.

 

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