Ecología de guerra
La ideología del movimiento de liberación kurdo contempla el ecologismo como uno de sus pilares fundamentales. Aún así, su implementación se encuentra con muchas dificultades fruto de 9 años de guerra
Frank Mei
| Siria |
agosto de 2020
El modelo ecológico del Norte y Este de Siria, un territorio también conocido como Rojava, se basa en las tesis de Murray Bookchin y su concepto de ecología social1Bookchin, Murray. The Ecology of Freedom: The Emergence and Dissolution of Hierarchy. 1982. Este modelo entiende los seres humanos como parte de la naturaleza y promueve principios de igualitarismo invocando el funcionamiento de los ecosistemas, asumiendo que en la naturaleza prevalece la cooperación, la simbiosis y otras formas de relación horizontal. El modelo de Rojava establece paralelismos entre la dominación del hombre sobre la mujer, del ser humano sobre el ser humano, y del ser humano sobre la naturaleza. Con el objetivo de desarrollar una sociedad ambientalmente sostenible, se propone un sistema económico que defienda la colectivización de los recursos naturales y de la tierra.Con el objetivo de desarrollar una sociedad ambientalmente sostenible, el modelo de Rojava un sistema económico que defienda la colectivización de los recursos naturales y de la tierra.
Las tesis de Murray Bookchin han encontrado un perfecto encaje con en el vínculo del pueblo kurdo con su pasado ancestral, que se proclama heredero de las primeras civilizaciones que habitaron Mesopotamia o en las religiones como el yezidísmo2Religion preislámica vinculada al misticismo especialmente castigada por los ataques de Estado Islámico. El movimiento kurdo a menudo afirma tener sus orígenes en estos credos, que aún hoy en día adora elementos de la naturaleza. Por esta razón, la cosmovisión del pueblo kurdo en materia de ecología va mucho más allá de la simple visión occidental, centrada en aspectos como el reciclaje o la movilidad sostenible. El modelo ecológico de Rojava es una llamada a vivir en consonancia con el mundo que nos acoge.
Construir la sociedad ecológica
Cuando la revolución tuvo lugar en Rojava se crearon varias instituciones, entre ellas el Comité de Ecología. Los inicios no fueron fáciles por la dificultad de encontrar técnicos ecológicos, ya que la situación era caótica y mucha gente había huido a causa de la guerra. Una de las personas que participó en la creación del comité es Alan Murad, actual co-responsable del comité, junto con Hediya Mihmed. El sistema político, en todas sus ramas y niveles, funciona sobre la base de un sistema de “copresidencia” en el que los puestos de liderazgo, en la mayoría de las instituciones, (fuera de las estructuras autónomas de mujeres) son compartidos por un hombre y una mujer.
El sistema político, en todas sus ramas y niveles, funciona sobre la base de un sistema de “copresidencia” en el que los puestos de liderazgo, en la mayoría de las instituciones, (fuera de las estructuras autónomas de mujeres) son compartidos por un hombre y una mujer.
Cuando se liberaron territorios de las manos de Estado Islámico como Manbij, Raqqa, Tabqa o Deir-ez-Zor, se extendieron las actividades del comité a esas regiones, formando a nuevas personas. Alan cuenta que “les ayudamos a organizarse, les enseñamos lo que es la ecología y cómo funciona nuestro comité ecológico. Enseñamos que con la ecología se puede proteger la salud, el aire y la tierra”.
Hediya Mihmed cuenta que la guerra ha tenido un gran impacto en la región, “no sólo destruyó a los humanos y la infraestructura, sino también a la naturaleza. Además, trae una mentalidad de destrucción. En las áreas que liberamos, hemos tenido que trabajar para cambiar esa mentalidad. No es una tarea fácil, requiere tiempo”.
Una de las primeras acciones que realizaron fue cambiar árboles que consumían mucha agua y vivían poco por árboles que necesitan poca agua y viven mucho tiempo. Pero se encontraron con muchos obstáculos. A menudo el petróleo con el que las familias tradicionalmente se calientan en invierno escaseaba. Por esta razón, la población no tenía otra opción que cortar árboles, sin ser conscientes del impacto negativo en la naturaleza y en su propia vida.
El Comité de Ecologia trabajó para detener esta destrucción plantando miles de árboles. “Cuando veo que ahora la gente planta árboles por iniciativa propia, me hace muy feliz”, comenta Alan. Actualmente el Comité Ecológico está formado por 120 personas.
Para entender la visión ecológica es obligatorio mencionar Abdullah Ocalan, el líder kurdo encarcelado por el Estado turco desde hace 20 años. Ocalan dice que “si quieres seguir mi ideología, mi camino, entonces planta un árbol y cuídalo”. Alan nos cuenta que hay un profundo significado en esta frase. Para él, “cuando plantas un árbol, como persona, echas tus raíces. Esto te permite estar ligado a la tierra, a un territorio y asumir tus responsabilidades”.
Cada 4 de abril se celebra una campaña para plantar árboles, coincidiendo con el cumpleaños de Abdullah Ocalan, aunque a veces empiezan antes para aprovechar que el clima aún es fresco, ya que los veranos en Siria son extremadamente largos y calurosos.
Berivan Shilan, co-responsable del Departamento de Ecología y Asuntos Locales del Cantón de Jezira, explica que una vez creadas las estructuras y llevadas a cabo las acciones más urgentes, el Comité se centro en la necesidad de cambiar la mentalidad de la gente: cómo cuidar la salud, la vida y el medio ambiente.
Para lograr este objetivo organizaron seminarios con el objetivo de concienciar y educar a los trabajadores de los Comités Ecológicos de cada municipio. Estos trabajadores participaron también en acciones de sensibilización en sus ayuntamientos, a su vez vinculados a las comunas (consejos populares de barrio), que difunden la conciencia ecológica entre la gente.
Y después de todo, Corona Virus
El 23 de marzo de 2020 el Norte y Este de Siria entro oficialmente en cuarentena. La situación se alargó hasta mediados de junio, con un balance final de 5 infecciones y un muerto. Aún así, el numero probablemente sea mayor debido al hecho que no hay el material necesario para hacer los análisis. La única máquina de la que se disponía se encuentra en Sere Kaniye, bajo ocupación turca desde octubre de 2019. A principios de abril otras 6 máquinas fueron compradas al Gobierno Regional del Kurdistán iraquí, ayudando a controlar los escasos brotes que ocurrieron.
Otro hecho a destacar es la nula colaboración de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que no fue capaz de hacer llegar ayuda humanitaria a la zona, exceptuando contados casos donde el material fue directo a los pocos hospitales controlados por el régimen sirio. A principios de junio la cuarentena en el Norte y Este de Siria oficialmente finalizó, pero a partir del 13 de julio se prevé una nueva cuarentena debido a nuevos casos surgidos en las áreas circundantes. El primer gran brote de coronavirus en el norte y en el este de Siria está en marcha, con al menos 17 muertes y 320 casos confirmados y muchos más que probablemente pasarán desapercibidos a medida que la enfermedad se propaga de forma incontrolada por los principales centros poblados.
El cerco económico al que está sometida la región y el cierre preventivo de los pasos fronterizos fueron el mejor garante para la contención del virus. Pero este hecho y la posterior crisis económica derivada de las sanciones económicas impuestas por EEUU al Régimen Sirio han puesto de relieve la fragilidad de la economía de Rojava, totalmente dependiente del petróleo y el comercio con Iraq.
El cerco económico al que está sometida la región y el cierre preventivo de los pasos fronterizos fueron el mejor garante para la contención del virus.
Por esta razón la Administración Autónoma, el órgano ejecutivo del Norte y Este de Siria, ha fomentado un plan para conseguir la autosuficiencia en un período de un año y cubrir así, entre otros bienes, el abastecimiento de vegetales. Para llevarlo a cabo se han creado cooperativas agrícolas de mujeres y se ha incentivado la creación de huertos en terrenos particulares y comunales. Este hecho supone un importante cambio si tenemos en cuenta el modelo productivo existente hasta el momento, donde imperaba el monocultivo de trigo.
Berivan Shilan, co-responsable del Departamento de Ecología y Asuntos Locales del Cantón de Jezira explica que la guerra en Sere Kaniye tuvo un efecto muy dañino para los proyectos agrícolas existentes en la región, que contaba con las más avanzadas cooperativas. Berivan explica que “siendo sinceras, la economía de Rojava se basa en el petróleo. Esto tiene un resultado negativo en la naturaleza, por esta razón estamos trabajando en cambiar esta dirección. Sabemos que la riqueza de nuestra tierra es el petróleo pero debemos aprender a usarlo mejor”.
Guerra especial por parte de Turquía
En el marco de las invasiones que ha sufrido este territorio por parte de Turquía (Afrin 2018 y Sere Kaniye 2019), se están utilizando métodos de guerra especiales para dificultar la vida de las habitantes del Norte y Este de Síria. En el campo ecológico, el ejemplo más flagrante es el agua; Allouk, la principal estación que bombea agua a la provincia de Jezira, se encuentra en un territorio bajo ocupación, por esta razón Turquía deja a menudo a más de medio millón de personas sin agua durante varios días, con las consecuencias que tiene este hecho en un contexto de epidemia mundial.
Por otro lado, los ríos de Rojava, provenientes de las montañas del Kurdistán turco (Bakur) están altamente contaminados, y las presas construidas en territorio turco menguan de forma importante su caudal, siendo el caso del río Eufrates el más grave ya que es la fuente de vida de los cantones de Taqba, Raqqa y Deir Ez-Zor. Otro efecto de la invasión turca sobre Rojava son los incendios provocados por los mercenarios a las ordenes de Turquía en campos de trigo que tienen que alimentar a la población el resto del año. Este hecho se ve empeorado por la falta de agua mencionada anteriormente. Los ríos de Rojava, provenientes de las montañas del Kurdistán turco (Bakur) están altamente contaminados, y las presas construidas en territorio turco menguan de forma importante su caudal, siendo el caso del río Eufrates el más grave ya que es la fuente de vida de los cantones de Taqba, Raqqa y Deir Ez-Zor
Internacionalismo y ecologia
La participación de voluntarios internacionales en el campo de la ecología se ha llevado a cabo mayormente bajo la campaña “Make Rojava Green Again”, promovida por la Comuna Internacionalista de Rojava. Ésta campaña tiene como objetivo la educación de las personas voluntarias, la creación de una red de solidaridad internacional con el Kurdistán y la práctica ecológica en proyectos con la población civil, con los comités municipales y con cooperativas de distintos pueblos como Carudî y Rihanîke.
Por su parte, el Comité de Ecología de Qamishlo ha hecho algunas colaboraciones con activistas internacionales sin ser muy exitosas. “Les pedimos dispositivos que nos ayudaran en nuestro trabajo, pero nunca cumplieron con nuestra demanda”, explica Alan, “esta es la única ayuda que pedimos, porque el resto ya lo tenemos. Ya tenemos nuestro personal y la reflexión ecológica”.
Frank Mei | Rojava |
Periodista e investigador que trabaja en el norte y este de Siria