El arte periférico muestra la diáspora africana en el entorno digital

Un año después de la pandemia, la sociedad tuvo que adaptarse a los nuevos tiempos. Para el arte y la cultura, no fue diferente. Según una investigación realizada por el Consejo Internacional de Museos, Brasil (ICOM BR), la expansión de la presencia digital de los museos no era nada nuevo, pero fue acelerada por la pandemia. Entre los sitios web más accesados se encuentran las exposiciones online y / o visitas virtuales a museos y galerías. Una de las exposiciones de arte que tuvo que adaptarse al entorno virtual y constituyó un gran ejemplo de éxito entre los internautas fue la Exposición Origens # 3, que se realizó desde diciembre de 2020 hasta febrero de 2021, con acceso totalmente digital y gratuito a través de la página web Festival Cultural Pangea.

En un principio, la exposición de las obras se diseñó para exhibirla en formato presencial en el Centro Cultural de Grajaú, en São Paulo. Debido a la pandemia, se transfirió al entorno virtual aumentando su alcance y atrayendo la atención del público, no sólo de Brasil, sino también de otros países. La exposición recibió visitantes internacionales de diferentes lugares como Estados Unidos, México, Angola, Mozambique, Ecuador, Holanda, Austria e Italia.

La exposición de São Paulo estuvo compuesta por más de 50 obras entre pinturas, collages, artes digitales y fotografías producidas por los artistas Isabela Alves "Afrobela", Cauã Bertoldo, Cassimano, Paulo Chavonga e Ione Maria, artistas plurales que retrataron en sus obras los orígenes diaspóricos de personas presentes en su vida cotidiana, reflejando la esencia de la diáspora africana en las realidades periféricas.

En entrevista, la responsable de la curaduría de la Exposición Origens #3, Priscila Magalhães, habló sobre cómo la vivencia de los artistas, provenientes de territorios periféricos, contribuyó efectivamente a la construcción de las obras expuestas y a la exposición en sí.

“La idea de la curaduría de la exposición estaba vinculada a la visión de los artistas periféricos sobre el territorio y la ancestralidad. Las obras concebidas para la exposición son expresiones para dar vida a esas dos propuestas evidenciando así cuando apreciamos estas obras, toda la experiencia de estos artistas basada en los lugares donde viven y la búsqueda por la ancestralidad relacionada con la diáspora africana, ya que todes son negros”, resaltó.

Priscila Magalhães también habló sobre el gran desafío de llevar la presentación artística a la internet, un desprendimiento de la experiencia presencial que llevó a pensar en una disposición más interesante de las obras en el sitio web para atraer el público.

“Las personas están acostumbradas a mirar obras de arte de cerca, ver textura, oler, ver tamaño, tener una experiencia sensorial y eso nos dejó muy aprensivos. Nos preocupó que la vivencia no fuese completa por ser virtual. Por supuesto, en general, una exposición presencial trae más sensaciones al público, pero tuvimos que adaptarnos y llevar el arte a la gente de otra manera. Tuvimos una audiencia muy expresiva lo que indica que el público realmente apreció la muestra a pesar de haber sido en un entorno virtual”, enfatizó la productora cultural.

Quienes visitaron la exposición se dieron cuenta del nuevo lenguaje de las obras expuestas las cuales establecen una relación muy particular con el arte, retratando los orígenes diaspóricos de una manera contemporánea. Magalhães explicó cómo fue la elaboración de las obras por parte de los artistas.

“El proceso de cada artista que participó en la exposición fue bastante diverso, con muchos matices y especificidades éticas y estéticas. Aun así, fue posible identificar similitudes, rasgos y motivaciones parecidas. Entre los puntos en común se destacó la negrura de las personas retratadas / fotografiadas / reflejadas en las obras; atención a los detalles de la jornada como artistas, así como de las personas que los cercan y con quién se relacionan; la dualidad de lo `bueno´ versus lo `malo´ presente en las comunidades; símbolos y reinterpretaciones de historias de antepasados cercanos y lejanos; y por último, pero no menos importante, la dignidad implícita en el cuidado de su propio trabajo al entender el movimiento cíclico de sus vidas en relación con el de sus ancestros ”, dijo.

Priscila Magalhães también destaca cómo los artistas de las periferias se han posicionado y desafiado a las instituciones artísticas hegemónicas.

“Creemos que el mayor movimiento contrahegemónico posible para los artistas periféricos es comprender los procesos individuales de cada artista y, así, fortalecer las iniciativas independientes. En la misma medida, la noción de comunidad está muy presente en estos artistas, y frecuentemente se establecen conexiones y alianzas bajo diferentes parámetros de intercambio. Esto crea redes autosuficientes de producción y apreciación artística, permitiendo la existencia, no de uno, sino de varios circuitos periféricos de arte”, concluyó.

El Festival Cultural Pangea es una referencia a Pangea, que fue el gran continente, la primera corteza terrestre que existió antes de la separación que formó los seis continentes que conocemos hoy: África, Asia, Europa, Oceanía, América y Antártida. A pesar de las divisiones continentales, la propuesta es la unión de culturas, influenciada y construida a partir de intervenciones artísticas con diferentes atractivos y el mapeo de artistas. El festival es parte del proyecto "Conexión Américas y África", que relata la influencia de la cultura afrodiaspórica en las Américas.