Thiago Firmino: del emprendimiento periférico creativo y recursivo a la resignificación social
Articulador comunitario y emprendedor transforma su rol en la comunidad incluso ante las dificultades territoriales en un mundo pandémico
Mariane Del Rei
| Brasil |
abril de 2021
traducido por Ana Rivas
Una frase de Raull Santiago, activista social del Conjunto de Favelas do Alemão, siempre tuvo mucho sentido para mí: “Conoce el mundo entero, pero nunca olvides el patio de tu casa”. Para escribir sobre una persona cria de la periferia que represente con su pluralidad lo que es la periferia, me acuerdo de esta frase que resume muy bien el sentimiento y me toca profundamente. Buscando entre los miles de rostros que representan la favela y la periferia de una forma tan fuerte y única, me vino a la cabeza Thiago Firmino. Espontáneo y con una amplia sonrisa, nieto de Doña Cinira, cría del Morro de Santa Marta, ubicado en Botafogo, Zona Sur de Rio de Janeiro, es el retrato del Brasil periférico. En él vemos a los miles de chicos de la favela, negros, pobres, que contradicen las estadísticas y revelan el potencial que tiene la favela como territorio y fuerza influenciadora sobre sus sujetos.
El chico de Santa Marta
Hijo de una capixaba, oriunda de Vitória, estado de Espíritu Santo con un carioca, oriundo de Rio de Janeiro, Thiago Firmino, de 40 años, comenzó a actuar a los 13 años en proyectos sociales en la favela, contrariando el estereotipo por parte de la sociedad sobre todo niño negro que vive en la favela. Proveniente de una familia de danzarines de bailes de salón, Thiago creció en medio de la música y tuvo contacto con los más diversos ritmos y estilos musicales. A los 14 empezó a participar de la tradición familiar y a los 17 ya daba clases de baile. A los 21 años, cuidaba de la música en fiestas de cumpleaños de amigos y en escuelas, terminó aprendiendo a mezclar, convirtiéndose en DJ autodidacta.Thiago desarrolló sus habilidades en la “escuela de la vida”, en el día a día de la favela, en la escuela de la realidad de quien vivió en un rancho de madera hasta 2004.
En sus memorias de infancia, los recuerdos que guarda con más cariño son los que todos los chicos de la periferia de los 80 hacían para divertirse: volar una cometa, jugar fútbol, jugar metras, jugar “taco”, entre otras cosas. “Lo único malo era cuando había 'guerras'. Estuvimos días sin poder salir a jugar, además del miedo que nos desolaba. A veces duraban semanas. No era fácil, pero, en resumen, tuve una infancia muy feliz”, dijo con nostalgia.
Emprendedor de sí mismo, de la vida y de la lucha diaria
En 2008, después de llevar a tantos amigos que vivían en otros lugares para conocer la favela de Santa Marta, a Thiago Firmino “se le prendió el bombillo” y comenzó a madurar la idea de fundar el Tour Favela Santa Marta, y ya lleva 13 años en eso. Thiago se considera un emprendedor nato, con experiencia diversa porque piensa que siempre fue un emprendedor de sí mismo y quiso demostrar con su trabajo que, aún viviendo en una favela, los servicios prestados eran de excelente calidad.
Para mejorar las condiciones socioeconómicas del lugar, Thiago estableció alianzas con comerciantes locales para crear un nuevo modelo de negocio en la época, que consistía en desarrollar una red sostenible y así fomentar la economía creativa y circular en la favela.
“Abrimos dos tiendas de artesanías y souvenirs locales, hicimos alianzas con restaurantes y bares incluyendo servicios gastronómicos en los paquetes turísticos para visitantes y escuelas con el fin de generar más ingresos para los vecinos de la comunidad. Las atracciones que se ofrecen a los visitantes durante los recorridos incluyen crear y volar su propia cometa y partidos de fútbol con jugadores locales.
También creamos una exhibición y una clase de capoeira experimental para quienes nunca tuvieron contacto con la modalidad y así darles la oportunidad de vivenciar la herencia cultural y ancestral que tenemos. Además, abrimos el Lajão Cultural, un espacio creado para eventos con infraestructura de calidad y tecnología de punta, donde producimos fiestas y recibimos artistas, intelectuales, influenciadores y celebridades nacionales e internacionales”.
Antes de la pandemia, Thiago generaba alrededor de 25 empleos directos e indirectos. Además, tomó acciones para utilizar el emprendimiento como un vehículo para fomentar la responsabilidad social en el lugar. El Tour Favela Santa Marta promovía paseos donde se recolectaban materiales didácticos, kits escolares y materiales de construcción para donar a guarderías y escuelas locales, además de donar cestas de alimentos básicos a las familias más necesitadas de la región. Con el escenario actual, el Tour Favela Santa Marta suspendió sus actividades, pero Thiago espera retomar el proyecto tan pronto la situación se normalice y las autoridades así lo permitan.
“Más que para sustentarme a mí y a mi familia, el Tour Favela Santa Marta también surgió de un deseo muy intenso de generar ingresos y llevar recursos a los más necesitados. También vi como mi misión minimizar el estigma negativo de que la favela es un lugar peligroso. La favela es mucho más que eso. También tenemos arte, cultura, diversión y entretenimiento. El sentimiento de amor y pertenencia que tengo por el Morro Santa Marta me hizo ver mucho más allá de lo que la gente veía. Y quería mostrárselo a Brasil y al mundo”.
De un emprendimiento exitoso al caos pandémico: la resignificación de los saberes
Cuando la pandemia mundial provocada por el nuevo coronavirus se estableció, Thiago Firmino se sintió perdido. Con el turismo parado por el aislamiento social, el emprendedor previó la llegada de una crisis y, con ella, un escenario de dolor y sufrimiento.
“Nunca fuimos entrenados para este tipo de cosas, y ya sufrimos todo el año por falta de agua, luz y saneamiento básico. Cuando vi que el virus había llegado aquí, pensé: '¿Vamos a sufrir esto también ahora?' Ni pensar. Me preocupe por la gente que trabaja conmigo, con los comerciantes de Santa Marta y con los vecinos en general”, dijo, recordando su angustia en ese momento.
Firmino encontró un video de Wuhan, China en la internet donde mostraban a los chinos desinfectando las calles de la ciudad. Al principio, Thiago pensó que el equipo utilizado en el video era un aparato con tecnología de punta. Pero después descubrió que el artefacto que apareció en el video era el mismo que se usaba en negocios agrícolas para fumigar pesticidas en cultivos y que la ropa era la misma que se usaba para pintar automóviles.
Luego se dio cuenta de que podía hacer lo mismo en la favela. Buscó ayuda de un infectólogo y un químico para definir cuáles eran los productos químicos que deberían ser usados en el proceso de saneamiento y con su hermano Tandy Firmino y más diez voluntarios, Thiago fundó Santa Marta contra Covid-19, transformando el Morro de Santa Marta en el primer barrio desinfectado en el mundo.
Firmino llevó el servicio de saneamiento a otras comunidades como Morro da Babilônia, Morro do Chapéu Mangueira, Morro do Pavão-Pavãozinho, Morro da Providência, Morro do Vidigal, Ocupación Jesuita y todas las áreas periféricas de Río de Janeiro; asi como Jesús de Nazaré, en Vitória, en el estado de Espírito Santo; entre otras.
“Todas las acciones de Santa Marta Contra Covid-19 son voluntarias. Como no podemos trabajar para financiar esta actividad, dependemos exclusivamente de donaciones para continuar con el proceso de saneamiento de la favela de Santa Marta. Comenzamos desinfectando toda la favela dos veces por semana. Actualmente, desinfectamos calles, callejones y recovecos una vez a la semana.
Comenzamos a las 5 de la mañana todos los sábados. También distribuimos máscaras y alcohol en gel a las personas. En abril de 2021, se cumple un año desde que iniciamos este trabajo y hasta el día de hoy nunca hemos recibido ninguna ayuda del gobierno. Pero no nos vamos a detener. Mientras haya donaciones para seguir saneando la favela, no pararemos porque sabemos que con lo que hacemos salvamos vidas”.
La frase de Raull, mencionada al principio de este texto, sigue resonando. Las favelas y periferias revelan el potencial que tienen en términos de territorio y poder influenciador sobre sus sujetos. Thiago Firmino representa la favela, la periferia en su pluralidad, de manera contundente y única, así como a todas las personas que pertenecen a ella. Son espejos. Thiago es la favela. La favela es Thiago. La periferia son Joãos, Marías y muchos otros personajes de este Brasil multifacético. Ese Brasil que tiene tantos "Brasis" dentro de sí mismo. Y la periferia cuenta es con ella misma. La periferia es la personificación de "nosotros por nosotros". Por eso es que quien es cría, conoce el mundo entero, pero nunca olvida el patio de su casa.
Mariane Del Rei | Brasil |
Jornalista, escritora, roteirista e assistente de direção. Coordenadora de comunicação na UNIperiferias.